Amagó
con ser una jornada tranquila...el sol estaba a las 11 y parecía que su
amarillo pálido llegaría a amarillo hoy también a pesar de la
crisis...me distraje un momento...bajé la guardia y me sentí
insolentemente feliz a pesar de "todo".
Imagino que fue
entonces cuando se estropeó algo en matrix y sonó el teléfono... atendí ,
sonaba una música de circo que se aproximaba y subía de volumen
rápidamente...estridentemente...inevitablemente,
cuando reaccioné ya era tarde, ya podía oir la voz que a los gritos
anunciaba el espectáculo...estaba perdido...el circo de los Hermanos
"Teempomo" me había incluido en su rutina...
todo lo demás fue un
torbellino de emociones interpretado por las intrépidas y veloces
"noticias cachetada" y sus malabares a gran altura con colmenas de
asesinas y africanas "ajenas razones que tienes que entender", empecé a
sentir nauseas y entonces le tocó el turno a la magia con el asombroso e
inigualable "Desfloratus", milenario
mago proveniente de Sodoma que logró hacer desaparecer la "empatía" ante
la vista del respetable, increible!!...casi aplaudo... pero entonces
reaccioné y corte la llamada.
Volví a mirar por la ventana y el sol
estaba gris a las 12, una agobiante "nada densa" lo ocupa todo dejando
aún más diáfano el vacío...vamos, un dia de mierda!
Me acordé de
Daniel Giribaldi, y de un soneto mugre gentileza del Varon Alvarez ... y
en cuanto me di cuenta de que estaba esbozando una sonrrisa apagué el
teléfono... por las dudas, no sea que el circo haga doble función esta
tarde.
Yo soy aquel que ayer nomás batía
el verso mugre y la canción ranera.
El que casi amasija a una mechera
que el mate le cebó con agua fría.
El que quilombizó la taquería
la vez que cayó en cana en la tercera,
cuando escribió en una pared fulera:
¡Quevedo volverá! La Poesía...
El trompa y el peonacho de la rima,
el que apiló palabras a destajo,
el que en la viola fue bordona y prima.
Y al fin de su jornada de trabajo
siente que el mundo se le viene encima
y canta un mundo que se viene abajo.